Perdidos en Singapur

sony store video juegosEn la vida se van desarrollando muchos miedos, todos dependen de la edad, circunstancias y momentos, creo yo. Sobre todo cuanto mas se tiene mas miedoso y paranoico se convierte uno.  Como nuevo padre, aprendí hace unos meses el significado de la frase anterior.  Mi peor miedo ahora es que algo le pase al charrumaco. Alguna vez otro padre con mas experiencia que yo me dijo, “vete acostumbrado que eso nunca se va”.

Con esto en mente uno trata de criarlos para que no sean tan weyes en sus propias vidas. Claro está que ellos nunca escuchan y en especial el mío que no escucha por dogma personal.

En diciembre pasado la vida y la casualidad nos llevó a mi y a la progenitóra de los días del charrumaco, a un viaje de trabajo a Hyderabad, India. Como no había mas remedio trajimos al charruíta peleador con nosotros. El viaje no debería ser complicado, Brisbane – Singapur – Hyderabad.  La escala en Singapur daba para pasear por el gigantesco aeropuerto, 5 horas de espera. Yo tenía mas o menos todo planeado para esa estadía, no contaba sin embargo que dedicaría media hora en buscar a mi único hijo en ese aeropuerto. Pasados algunos meses del incidente aun me reprocho como fue que me dejé encontrar otra vez.

Todo sucedió bajo mi guardia. La madre se había quedado a cuidar las mochilas mientras me lleve al futuro prófugo a comprar un juguete. Mientras pagaba, me distraje un segundo (el clásico pretexto) y para cuando voltee el susodicho había desaparecido. Después de unos cortos minutos de búsqueda llamé a la aun tranquila madre y pregunte por él, al saber que tampoco estaba con mamá y al recibir un tajante no para aprovechar la oportunidad y huir no tuve mas remedio que delatar antes las autoridades aeroportuarias singapurenses mi paterna ineptitud.

Inmediatamente se desplegó el equipo alfa de rescate, pararon el tráfico aéreo y fue anunciado su descripción por todas las bocinas del aeropuerto, el tiempo fue de unos 25 minutos desde que fue reportada la fuga (de los cuales la madre mantuvo sus manos en mi pescuezo 24:59) hasta el momento que una amable señorita nos dijo, no se preocupe que su hijo ya viene para acá. Lo habían encontraron en un local de al otro extremo de la terminal del aeropuerto, una tienda Sony, igualito a su apá.

La madre al ver que su hijo regresaba sonriendo soltó sus manos de mi pescuezo para abrazarlo. Yo al verlo regresar sonriendo, hablando con las chicas de la tienda (una de cada mano), despreocupado y sin ninguna sospecha de la angustia que nos hizo pasar, quise poner mis manos en su pescuezo.  Sin embargo fui detenido por el equipo alfa de rescate quien me advirtió que eso no estaba permitido en Singapur. Yo con un susurro le dije al charrumaco – “Espérate que llegue a la India y ya verás”.

Para cuando llegamos a la India estábamos todos tan cansados que el chamaco se salvo del “ya-veras”. Pero no cabe duda que uno no gana para sustos como padre.

Comments

4 responses to “Perdidos en Singapur”

  1. maritza Avatar
    maritza

    buena tarde!!
    realmente resulta muy interesante e ilustrativo tu manera de escribir y vaya que es cierto que uno para sustos no gana con las crias, yo soy mexicana y tengo dos niñas de 2 y 6 años, y estos comenzando con los planes para volverme australiana no nacida en australia!!! claro con toda mi familia, me gustaria saber mas de como es irse para alla y todo, pero que mejor que saberlo de personas que al igual que tu tiene raices aca y se va pa´alla jiji
    gracias por el grto momento que me brinda tu blog y las esperanzas alimentadas de las experiencias de otros
    saludos desde la perla tapatia

  2. MALAQUIAS Avatar

    Ufff. que susto verdad… y en que lugar se te perdio, si uno que se les pierde en la Tienda Ley en Navojoa se escandaliza….

    lo bueno que no paso del susto…

    Saludos….. desde la Perla del Mayo

  3. Nefer Avatar
    Nefer

    Que susto! a nosotros que se nos “perdio” la sobrina en una ocasion, cual que siguio al faraon a una tienda y de regreso los dos muy contentos de la manita… mi hna y progenitora casi lo asesinan jejeje por no avisar que se la llevaba

  4. Alexander Murdoch Avatar

    Que alegría que volvieras a escribir.

    Muy buen relato y te digo, que esto me hace acordar a un diálogo que tuvimos con un amigo quien afirma que hay una porción de los niños que tiene algo de maligno intencional (y que obviamente, todos pensamos que nuestros hijos no son así) y que se cura con la materialización de muchos “ya-verás”.

    Beso.
    Alex.

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