Se acabó el verano de receso futbolístico, lo cual es un mero decir pues el receso es para los clubes. La FIFA no podría desperdiciar hacer dinero con los torneos a nivel selección que organiza año con año durante el verano boreal.
Personalmente mi proceso de maduración va al revés, en lugar de ganar experiencia y darme cuenta que el fútbol no merece la atención que tiene, me sucede lo contrario, ahí estoy lelo y al pendiente de las noticias y últimos chismes de la industria futbolística mundial.
Mi malos gustos tienden a ser rancios. Por eso me incline por el corte editorial de ESPN. No puedo esperar a escuchar la opinión de José Ramón Fernández y de su “equipo de colaboradores”. Le tiran con todo y a todos, nada les da gusto y hacen de cualquier cosita un escándalo y de un escándalo (lease la fiestas con las damiselas ecuatorianas) un asunto de dignidad nacional.
Pero bueno nada me obliga a estar viéndolos y siguiéndolos religiosamente a través de los podcasts, videos en linea, y archivos en ESPN deportes. Otros al menos no merecen ni mas mínima atención (tampoco creo que la extrañen así que no hay rencor).
En una fugaz introspección creo que un país donde el diario acontecer los medios de prensa te informan de decapitados, ejecuciones, familias que mueren en el fuego cruzado, mezquindad política, etc. Estas noticias futbolísticas representan un escape de lo que realmente importa. Puede ser que por eso uno se esconde en ellas.
Volviendo el tema inicial, el verano del fútbol termino. Yo quedé contento porque México gano el torneo de su confederación lo que la aseguro un puesto en la copa confederaciones un año antes del Mundial en Brasil, torneo que es un buen ensayo y con excelentes sinodales. También ganó por segunda ocasión el Mundial sub 17 de la FIFA y obtuvó un honroso tercer lugar en el mundial sub 20. La cosa promete con estas nuevas generaciones.
Claro que las satisfacciones no fueron gratis pues como consecuencia de estos torneo me convertí en persona non-grata por varios días en el recinto familiar, pues en el proceso de conseguir esos puestos en el mundial sub 17 y sub 20 México se despachó a Uruguay y Colombia respectivamente. Yo solo decía, “Pero por qué yo si solo soy un pobre venadito que brinca en este bosque de éxtasis futbolero”. Claro está, que el cinismo de la frase no ayudo a atenuar las afrentas.
En fin, las heridas sanan y la nobleza hace olvidar. En México ya estoy en modo Tuca Ferreti, bien dispuesto a regañar a mis Tigres y en Europa ya estoy agarrando viada con el Barça y el Manchester United (los cuales en la final de la champions iniciaron este verano panbolero inmejorable). Un nuevo ciclo empieza y la buena noticia es que tan solo faltan tres años pal Mundial :).
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