Por los azares del deber visito por 4ta vez esta particular ciudad y pesar de las experiencias pasadas esta vez que regreso es como conocerla de nuevo.
No hubo mucha oportunidad para hacer la ronda cultural sin embargo caminar por las calles de Bangkok ofrece material para tener un blog exclusivo por lo que uno puede ver por estas lejanas latitudes. La única excepción a esto fue una vueltecita que me regalé a la arena Lumpinee, lugar tradicional de las peleas de Thai Boxing. La experiencia es como ir a la Arena Coliseo a ver Box en el DF, salvo que en este box, se pega no solo con los puños sino también con los codos, las rodillas y se dan una patadas que los mejores takawandoies mexicanos envidiarían. Las peleas son todas a 5 rounds, salvo haya un descontado antes. La programación son 9 peleas donde el que gana no es siempre que el que pega mas sino el que de acuerdo a las reglas del deporte pega mejor, y es que por lo que pude observar es un deporte con gran contenido de apreciación en la aplicación de las técnicas de este particular arte marcial. Un aspecto importante son las apuestas que se corren en las gradas mientras se desarrolla la pelea y de una banda de 4 miembros donde 2 tocan 2 especies de tambores, otro toca una campanita y el líder quien usa un especie de clarinete. El sonsonete es siempre el mismo y tocan mientras dura el round, en el video puede escucharse.Me divertí como enano, entre round and changs me di el tiempo de observar el lugar y tristemente pude ver que los mejores lugares de ring side son usados casi exclusivamente por Farangs. No pude detectar un solo local. El asiento de ring side te da acceso a donde preparan a los peleadores y después de la pelea puedes tomarte fotos con ellos. Todo esta hecho para el turista. No pude evitar un sentimiento de usurpación al verme a mi mismo sentado con el resto de los güeros colorados. Como experiencia valió la pena, inclusive el viajecito en el tuk tuk de la muerte en el regreso al hotel.
Esta vez me quede en Sukhumvit, en el mero corazón de la capital Tailandesa, me resultaba muy conveniente para usar el metro elevado para ir a los lugares de reuniones. Sukhumvit también es uno de los centros de actividad nocturna mas activos en el de por si loco Bangkok. Salir a buscar una cena fuera del hotel a través del los puestos de comidas (donde puedes encontrar gusanos, grillos y unas especies de cigarras), ambulantaje y bares improvisados es toda una experiencia, farang solo no se deja a la ligera. En una ocasión, en una distancia de mas o menos de 200 mts y en este orden recibí las siguientes frases, "Hi I'm a lonely lady" (si, bastante común), Hi I'm 15 yeard old (Con los asiáticas nunca se sabe), Hi I'm a Ladyboy (No muy común pero bueno esto es Bangkok) y al final un negro con acento africano, "do you want companion?. (Esta oferta si caló ). Conclusión, lo que se mueva y tenga pulso en Sukuhmvit ya es candidato a lo que sea.
Después de la experiencia de caminar por la noche por Sukumvit no me sorprendió ver a esta chica/mujer/quimera/demonio o lo que fuera caminando bichi por una de las avenidas principales a las 10 AM del domingo.
A pesar de todo el lugar vale la pena tanto visitar, los templos, la comida, las playas; Tailandia es un lugar para regresar y seguir volviendo. La gran mayoría es gente agradable y respetuosa, a pesar de lo descrito es un lugar seguro (basta aplicar sentido común) y bueno el que busca problemas, encuentra. El país verdaderamente tiene algo que ofrecer para todos, desde los que buscan iluminación a través de su siempre presente budismo hasta los que quieren aventurarse en las noches del barrio de Sukhumvit.
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