Finalmente llegamos, después de 30 horas de viaje desde Montevideo a Brisbane cruzamos los 12 husos horarios que nos separaban de las antípodas mexicanas (aunque también podria ser la India). El viaje siempre al oeste, siempre agotado pero sin atrasos y sin contratiempo alguno.
Pero como en la revolución, un buen soldado siempre respondía a la pregunta de su superior sobre como estaban… “Cansados pero contento mi general”. Asi llegó la tribu.
A partir del sábado 16 de febrero estamos en la diaria aventura de entender las nuevas reglas de la ciudad, el país, costumbres y su gente. Todo es un pequeño reto ya sea tomar el autobus, el metro o simplemente ir al supermercado.
Todo es diferente, todo es nuevo pero lo importante es que hay curiosidad por averiguarlo. Como consuelo algún tenochca emprendedor puso su negocio de tortillas de maíz australiana y se venden en los supermercados Coles, en medio de tanto cambio algo es algo. Con esto me gustaría describirme como un hombre de placeres simples, otros en su propia perspectiva me dirian, "Nunca se te quitará lo indio".
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