Siempre han dicho que la paternidad es un acto de fe. Yo como siempre vivo comiendo babas no había entendido a que se referían y siempre me reía para no ser el único que no entendía el comentario cuando este salía al aire en las tertulias exclusivas del cromosoma Y.
Claro, lo maravilloso de vivir es que uno aunque sea bruto aprende por la experiencia, no hay mejor pedagogía que los golpes y las ilustraciones que te da la vida. Fue así que aprendí a que se referían con esa frase la cual es pariente de la frase de los abuelos, "hijos de mis hijas mis nietos serán, hijos de mis hijos en duda estarán".
El Charrumaco es una copia al carbón de la Ariana Madre. Tanto en lo que envidio que nunca tendré como en lo que he aceptado que es mi penitencia y mi karma que he de pagar en esta vida. Precisamente en esto último he perdido últimamente la paciencia con mi primogénito y decidí hacer planes para organizar un acercamiento.
Como me enseño Don Cruz Martínez Treviño y de la Garza no pedí perdón por mis regañadas y en cambio lo invite a pasar un día padre – hijo, donde hubiera video juegos, comida sin verduras y todos los ruidos corporales sin restricciones (lo de sacarse los mocos nunca ha sido cuestionado).
El día fue y terminó muy bien, no hubo sangre de por medio y valió cada minuto compartido. No hay duda que los hijos son personalidades diferentes y la paternidad se crea en el diario convivir. No es el acto de fe lo que nos mueve, es el amor de convivir día con día con ellos lo que nos nubla el juicio, no es la sangre, es la entrega de sus abrazos, su eterna tolerancia y aceptación incondicional ( a pesar de todos nuestros errores y defectos) lo que nos hace sus padres.
En todo este contexto el día cerró de la manera mas graciosa cuando el Charrumaco tratando de emular a Jack Sparrow le amarré una bandana/paliacate en la cabeza para verse fiero y atemorizante como el pirata que pretende y sueña ser. Cuando fue a mirarse al espejo regreso con esos reproches que tanto adoro, que no le gustaba, que se lo quitara, que parecía niña, que se veía igualito a su mamá. Luego a uno le dicen que es la imaginación!
Leave a Reply