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Mal la auto evaluación pero me gusta el título de este post que retrata la visita expedita a Irlanda por exactamente 60 horas, 2 días y medio que los supe usar laboral y personalmente.
Como dato curioso para poder estar esas 60 horas en Dublín invertí la misma cantidad de tiempo en salir y regresar a Brisbane. Lo he dicho antes, pero Dios es que Australia realmente esta lejos de todo. Sin mencionar que cada vez disfruto menos enlatarme por tantas horas en un avión.
Es cierto, para los puristas las antípodas de Australia no es Irlanda, de hecho el punto opuesto en el globo terráqueo de Brisbane es algún punto en el Atlántico, pero lo que no se viaja al oeste se compensa muy bien viajando esa distancia al norte.
A pesar del tiempo dedicado al trayecto la estancia en Dublín fue intensa pero placentera. Llegué un domingo a las 9:00 de la mañana, me registré en el hotel a las 10 am y a las 10:30 am estaba en la calle con mapa en mano. Dublín me gusto mucho, es limpio, ordenado y su gente me pareció amable. No es que haya visto mucho pero encaja en esas comparaciones que he realizado anteriormente entre países vecinos y muy similares, donde la mayor diferencia es que uno es grande y el otro pequeño como es el caso de Argentina – Uruguay y Australia – Nueva Zelanda. Dublín me pareció una versión mas pequeña, pero muy auténtica y acogedora de Londres. Por supuesto que generalizar en una visita tan corta es muy arriesgado, así que el comentario va en base a la primera impresión de esas pocas horas vividas en las calles de la ciudad.
Felizmente esa tarde de domingo coincidió la carrera de Fórmula Uno en Barcelona y la despedida de Sir Alex Ferguson al frente del Manchester United. Ambos eventos los disfruté en distintos pero auténticos pubs irlandeses y lo que es aún mejor en horario amigablemente vespertino.
Lo dicho , visita corta, placentera y productiva la cual incluyó al final una alegre ronda de cerveza Guinness la cual concluyó apenas a tiempo para poder llegar al aeropuerto el martes y despegar exactamente a las 9 de la noche, cumpliendo con ello mis 60 horas en una de las ciudades que están más lejos de casa.
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