Es oficial los días de paria expatriado en Australia han superado los pasados en Uruguay. Esto es relativamente hablado ya que de contar los días consumidos en viajes hace imposible tener un conteo exacto, así que lo dejare en términos de tiempo de residencia.
Fueron 1666 días que residí en Montevideo, llegué por mi cuenta un 24 de julio del 2003 y salí un 14 de febrero del 2008 con la tribu encaramada al hombro. Ese día todos salimos con sentimientos encontrados pero sabiendo que a aburrirnos a Australia no íbamos.
El pasado 8 de septiembre del 2012 partí la gráfica de pastel a la mitad y no pude evitar hacer algunos recuentos de los eventos sureños de los últimos 9 años. En esta introspección es difícil decidir cuales de los 1666 días fueron mejores, pues para eso me faltan muchos prismas para mirarlos, inclusive no solo bastan las perspectivas personales sino también la del resto de los transoceánicos que llegaron conmigo … o yo con ellos. (incluyendo el gato).
De algo no me queda ninguna duda, que de irme de Australia me llevaré la misma nostalgia que arrastro por México y Uruguay, solamente le haría un espacio en el costal y fiel a la costumbre iría pal hombro y a cargarlo a donde quiera que los vientos soplen.
Después de todo es algo gracioso observar que desde que entre al explotado mercado laboral en mis tiernitos 20’s, mis ciclos han sido esos, cada 1666 días, es que cambio patrón y en algunos casos la cancha para jugar al empleado. Soplan vientos de cambios.
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